vol. 1 núm. 2 (2000): julio -diciembre

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Es imposible presentar en breves páginas una historia detallada del nacimiento, del desarrollo y del declinar de la concepción newtoniana del mundo. Es, además, imposible hacer una exposición relativamente completa de la obra realizada por Newton mismo.' Me veo obligado, por lo tanto, a limitarme a lo esencial y a presentar sólo las grandes líneas del tema. Además, al hacerlo, supondré un cierto número de conocimientos previos. Suposición justificada, creo yo, porque en realidad todos conocemos algo sobre Newton; y, más aún, sin duda, porque algo sabemos sobre alguno de los otros grandes sabios y filósofos cuyo esfuerzo común abarca el siglo XVII —el siglo de los genios como lo llamó Whitehead.

A partir de la idea de poesía que nos presenta Platón en diversos diálogos y de la idea que se va consolidando en la Modernidad, sobre todo a partir de Holder/in, se pretende mostrar, en primer lugar, la relación que la poesía sostiene con el conocimiento; en segundo lugar, que dicho nexo no se agota en el esquema de la superación del mito por el logos.

Hegel expone su fzlosofza como sistema. La necesidad del sistema tiene lugar en correspon dencia con el carácter total de la verdad. Por su carácter total, la exposición de la verdad reclama la forma del sistema. Mas esta exposición es un devenir de la verdad misma que sólo se actualiza mediante su automovimiento interno. La verdad deviene, se despliega. No permanece como mera identidad abstracta siempre igual a sí misma. Ella tiene que desplegarse para legitimar el contenido total de sí misma. En este despliegue el individuo cumple un papel mediador sin el cual la verdad no se realiza. El texto expone los momentos bajo los cuales se opera el despliegue de lo verdadero y su relación con la individualidad,a la luz de la primera parte del sistema hegeliano: la Fenomenología del Espíritu. El espíritu sólo conquista su verdad cuando es capaz de encontrarse a sí mismo en el absoluto desgarramiento. Hegel.

La epistemología evolucionista, que se convirtió en el eje de la filosofia de Sir Karl Popper durante los últimos treinta años de su vida fue presentada por primera vez en 1961 en la Conferencia Herbert Spencer dictada en la Universidad de Oxford en 1961. Se hace una revisión crítica de su contenido.

En este artículo argumentamos que la concepción común, según la cual los argumentos de Zenón de Elea contra el movimiento son para dojas y reducciones al absurdo, es inconsistente con la tesis normal de que Zenón apoyó el monismo de Parménides. Adicionalmente, consideramos ciertos problemas en torno a las relaciones entre los argumentos de Zenón y el idealismo. Finalmente, consideramos cierto tipo de argumentación contra los argumentos de Zenón, tratando de evaluar su alcance.

Los lectores del Teeteto están familiarizados con la Teoría del Sueño. El joven matemático la presenta como una reacción al rechazo definitivo que hace Sócrates de la segunda definición de conocimiento en términos de creencia verdadera. A grandes rasgos, esta teoría afirma que el conocimiento es creencia verdadera acompañada de justificación, pero a fin de explicar en qué consiste "lar una justificación de algo" es necesario comprender correctamente el papel que juegan los elementos y los complejos en la teoría. Muchos estudiosos arguyen que Teoría de/Sueño contiene el núcleo de un importante e influyente conjunto de problemas, afín a los que fueron ampliamente discutidos por los empiristas lógicos durante la primera mitad del siglo XX Los partidarios de esta interpretación han elegido el modelo de las letras y las sílabas para sugerir un estrecho nexo entre las ideas de Platón y las que aparecen en las teorías de algunos pensadores contemporáneos. Por ejemplo, Ryle plantea que la doctrina expuesta en la Teoría del Sueño ha sido reiventada muy recientemente en los trabajos de Moore, Frege, Russell y Wittgenstein. En este artículo pretendo examinar críticamente la sugerencia del profesor Ryle. Dividiré mi trabajo en tres secciones. Comenzaré con una descripción de la Teoría del Sueño y su principal argumento; luego, emprenderé una comparación de algunos de los argumentos relevantes del Diálogo con textos seleccionados de Russell y Wittgenstein; y finalmente, presentaré mi propia opinión sobre el asunto bajoexamen. Arguiré que la tesis de Ryle es atrac-tiva y valiosa si la tomamos como una introducción general a la relación entre algunos de los temas que Platón abordó en los trabajos de su período medio a tardío, y ciertas ideas sobre el análisis lógico en la filosofía del siglo XX, pero rechazaré la propuesta escueta de una anticipación, pues considero que hasta cierto punto puede confundir al lector y no está suficientemente apoyada por la literatura primaria.

La proyección matemática de la naturaleza, al igual que el uso del razonamiento hipotético-deductivo y del recurso experimental, constituyen tres de los rasgos más distintivos de la ciencia moderna y, en particular, de lafísica matemática. En este trabajo se examinan estos tres rasgos de manera especial, el de la proyección matemática que, gracias a la adopción por parte de la ciencia de un lenguaje cuantitativo de magnitudes o funciones métricas diferente de los lenguajes clasificatorios y comparativos hasta entonces utilizado ,hizo posible convertir la realidad abstracta en el verdadero objetivo del conocimiento. Tal proyección impone como exigencia la determinación exacta de las magnitudes mediante cálculo y experimento, de tal suerte que la física no es matemática porque haga uso de una determinada matemática, v. gr., el cálculo, sino porque la proyección matemática así lo exige.Igualmente, se examinan las consecuencias que sobre la racionalidad científica tuvieron y siguen teniendo los éxitos tanto teóricos, como técnicos y tecnológicos— de la llamada `ciencia moderna'; al igual que algunas de sus posibles limitaciones.

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