vol. 12 núm. 22 (2022): enero - junio

“Tal vez simplemente detengamos la matanza”, propone un personaje blogero en la película Free Guy (Levy, 2021) sobre las dinámicas de los juegos de video. Pensemos por un momento sobre las películas de los superhéroes. El guion se de- sarrolla alrededor de un héroe que salva al mundo. Las víctimas colaterales son los personajes no jugadores (PNJ), quienes convierten el juego (y, por ende, el guion) en algo más real, más épico. Los PNJ no tienen agencia, pero ¿qué podemos decir sobre el héroe? ¿Este sí tiene agencia propia? Podemos hablar sobre el weapon gaze, la “mirada del arma”, la cual, por analogía con la mirada masculina (Mulvey, 2009), define el significado del protagonista. No necesariamente hablamos sobre un arma física, sino de la capacidad de destruir, como nos lo recuerda el famoso aforismo, “Si vis pacem, para bellum”.

Renowned African American essayist, author, and cultural critic James Baldwin (1962) famously reminded us that “not everything that is faced can be changed, but nothing can be changed until it is faced” (p.11). Learning to face and to name that which is in need of transformation, in need of justice, is in some ways the most difficult aspect of social justice work. This is both because we are trained from an early age not to see those injustices (especially when we occupy positions of social privilege) and because the most profound injustices tend to work at a level just below that which we can readily see, recognize, and name. Perhaps the real power of structural violence (sometimes known as institutional violence) is its very invisibility or its ability to skim along just under the surface of the social and individual consciousness, the way it is inextricably part of the warp and weft of society is such that to recognize the violence inherent in our structures and institutions is to question (and to some minds, threaten) the very foundations of a way of life.

El artículo describe el fenómeno de la literatura kitsch del Holocausto y su impacto en la memoria y los falsos sobrevivientes. "Holo-polo" es una forma de lidiar con el "horror cómodo" y el horror de la guerra. Mediante el análisis de títulos individuales, el autor plantea una pregunta sobre la "verdad del recuerdo". Decorar y embellecer la historia del Holocausto no solo es inapropiado, sino también indecente. La banaliza y pierde sus significados originales, al tiempo que muestra melancolía, sentimentalismo y nostalgia a la luz de una trampa emocional pop-cultural. O tal vez simplemente somos movidos por nuestra propia emoción. El abuso de clichés kitsch no sirve ni a la memoria ni a la literatura y, desde luego, tampoco al respeto por las víctimas y las personas que han vivido la tragedia del Holocausto.

Este artículo explora lo que denominamos interseccionalidad de derecha (ID). Al igual que la perspectiva académica y activista de la interseccionalidad, la ID atiende a la interrelación entre distintos ejes de posicionamiento social y desigualdad. Sin embargo, el contraste entre ellas no podría ser mayor, ya que la ID no moviliza intersecciones para cuestionar el poder, sino para legitimar el statu quo y naturalizar mecanismos de opresión. El artículo muestra la centralidad del tema de la “ideología de género” en la ID. Para ello, analiza el discurso de los politólogos Agustín Laje y Christian Rosas. El estudio utiliza métodos mixtos: análisis estadístico de tuits (correlaciones y análisis de sentimientos) e interpretación de libros, videos, arengas y conferencias. Para consolidar los hallazgos, la exploración se extendió a otros/as 18 activistas y políticos/as. Concluimos que la potencia narrativa de la extrema derecha hoy radica en su carácter interseccional, en la apelación a las emociones, en el uso de la simplificación y en la reproducción obstinada y efectiva de los aspectos más conservadores del sentido común y del liberalismo.

Este artículo aporta diferentes líneas de teoría crítica sobre el tema de la violencia policial y el capitalismo securitario, con un enfoque en la situación actual en Francia, discutiendo el argumento de Judith Butler a favor de la noviolencia en The Force of Nonviolence (La fuerza de la noviolencia) en relación con la distinción de política y policía de Jacques Rancière, las ideas de gesto y acto de Giorgio Agamben, y la comprensión de Silvia Federici de la acumulación primitiva y los bienes comunes reproductivos. Estos autores, desde sus diferentes perspectivas, abordan cómo las cuestiones de la distribución y la legitimación de la violencia implican formas de individualización que se cruzan en una dimensión común de relacionalidad e interdependencia, negando sistemáticamente la violencia estructural. Sobre esta base, entienden la ética y la política de la noviolencia como materia de un uso común de los organismos: Butler, en el sentido de una defensa agresiva de aquellos lazos interrelacionales que son formativos de los sujetos humanos; Agamben, en el sentido de un cambio en nuestro modo de pensar y hacer desde la propiedad y la pertenencia hasta el uso y la vivienda, como parte de la destitución de la captura biopolítica y jurídica de las vidas; Federici, como formas de apoyo mutuo organizadas en una lucha contra la imposición de las relaciones capitalistas de producción y reproducción. Pasando de la cuestión de la figuración de la violencia y el monopolio semántico del Estado sobre su atribución a la violencia policial y su centralidad en el paradigma de gobierno actual, el artículo conecta las diversas epistemologías de la subjetividad en Butler, Agamben y Federici a la crítica de técnicas de individualización y formas estructurales de vulneración propias del Estado policial, y propone una perspectiva anarquista de la noviolencia como parte de una defensa más amplia de los bienes comunes reproductivos y gestuales.

Este artículo explorará la formación de la democracia iliberal a partir del estudio de caso. En primer lugar, se ofrece un breve contexto histórico, seguido de un intento de definir el concepto de democracia iliberal, como lo propuso Fareed Zakaria y una presentación de los debates académicos en curso. Posteriormente, examinaremos los elementos básicos de la instauración de un régimen de democracia antiliberal basándonos en el análisis del autor sobre el régimen húngaro con ejemplos específicos para cada categoría. El artículo revisa la eliminación de pesos y contrapesos como el primer y fundamental paso en la deconstrucción del sistema democrático, seguido del elemento de la limitación grave de la prensa libre y del ámbito civil. Luego, presentaremos el fortalecimiento del capitalismo de Estado a través del clientelismo y de la corrupción, y concluiremos presentando cómo se pueden abusar las tradiciones y los principios democráticos para fines políticos cotidianos. Por último, examinaremos las conclusiones que pueden extraerse y propondremos algunas cuestiones para futuras investigaciones.

El mundo caribeño ha experimentado un proceso de siglos de expansión europea en sus territorios. Este artículo describe el impacto dramático y la interrupción debido a la colonización y el imperialismo, y las formas en que estos sistemas entrelazados han dado forma a la comprensión del mundo taíno contemporáneo. Examina lo que significa recordar a nuestros antepasados taínos, sus historias que persisten y están in- crustadas en el tejido y el paisaje de las memorias caribeñas cotidianas, su cultura y sus formas de vida que impregnan muchos nombres, lugares y tierras caribeños. Este artículo examina, además, el discurso de la memoria y el conocimiento como formas y actuaciones de la presencia taína encarnada y la vida contemporánea.

¿Qué implica estudiar la violencia y el trauma en diferentes comunidades, en particular, comunidades vulnerables y tradicionalmente marginadas? ¿Cómo estudiar la violencia y el trauma en estas comunidades sin caer en el sensacionalismo? ¿Cómo indagar estos temas y mantener niveles de empatía y sensibilidad que sean genuinos y cuiden a la vez de quienes participan en la investigación y de quienes investigan? Estos son interrogantes de permanente reflexividad en las ciencias sociales y humanas, sobre todo, en momentos en que el trauma y la violencia global se sienten y viven en tiempo real gracias a la inmediatez de los medios y las redes sociales, los cuales a su vez amplifican las emociones de estos eventos y nos invitan a pensar nuevas formas de analizarlos y de expresar la empatía y los afectos. Estos son interrogantes que en su propuesta conceptual y metodológica nos presenta Boni Wozolek en su libro Assemblages of violence in education: Everyday trajectories of oppression (Ensamblajes de la violencia en educación: Trayectorias cotidianas de opresión; de aquí en adelante me referiré al libro solo como Assemblages).

El artículo despliega el concepto de violencia estructural mediante la idea del miedo como indicador de la auto-destrucción social o individual y plantea que aprender a leer el miedo hace parte de la resistencia a las prácticas opresivas. Con base en el pensamiento político de Tolstoi, el artículo llama la atención sobre la honestidad, el amor, la confianza, el acto creativo y la responsabilidad como condiciones esenciales para desarrollar la sensibilidad a la opresión. Asimismo, el artículo analiza varias series populares y piezas literarias en el contexto de cada una como parte del discurso intelectual y social existente. Se hace una distinción entre el miedo orgánico, una emoción natural con la función de desarrollar el auto-reconocimiento, y el miedo estructural, una herramienta de manipulación y control. El artículo pretende contribuir al giro cualitativo en los estudios sociales y, particularmente, la tendencia hacia el enfoque holístico o ecológico al conocimiento y a la investigación social.

El siguiente artículo analiza los documentales The Act of Killing (2012) y The Look of Silence (2014), de Joshua Oppenheimer, desde el punto de vista del trauma. El objetivo de este estudio consiste en ofrecer nuevas aproximaciones que puedan permitir un entendimiento más profundo de una situación sociopolítica tan compleja como la que tiene lugar hoy en día en Indonesia. Primero, presentaré el término «trauma cultural», para explicar la situación de las víctimas de las matanzas de 1965-66 que tuvieron lugar en Indonesia. Posteriormente, utilizaré el concepto «tabú político» para entender mejor cómo la narrativa oficial impuesta por el gobierno ha funcionado, y continúa haciéndolo, como una especie de mito incuestionable. A continuación, señalaré que estos dos conceptos dan lugar a un círculo vicioso del que escapar es altamente improbable. En este punto propongo como una posible solución el estudio de otro tipo de trauma, el del perpetrador, puesto que, de una manera indirecta, puede dar lugar a una mejora del trauma cultural. Mediante una aproximación no moralista al concepto de trauma, una en la que se le concede al perpetrador un estatus de víctima, pretendo poner de manifiesto la importancia de la empatía y el entendimiento en el proceso de curación, no solo del trauma del perpetrador, sino, además, y aún más importante, del trauma cultural.