núm. 12 (1988)

''Como nuevo servicio para los usuarios de la Revista, presentamos una nueva sección con el nombre de ''opiniones''. Donde tendrán cabida los puntos de vista de aquellos Contadores y personas Interesadas en la problemática de la Contaduría. Como es de suponer los criterios aquí consignados son única y exclusivamente responsabilidad del autor o autores”. 

La contabilidad ha tenido presencia en los diversos niveles educativos, desde la escuela hasta la Universidad, muchos planes de estudio han incluido la disciplina como materia de estudio. No obstante lo anterior, el aprendizaje de la contabilidad se desarrolló claramente en dos fuentes: desde el punto de vista empírico, a través de manuales y textos nacionales y extranjeros y bajo la modalidad de educación no formal mediante clases ofrecidas por los Contadores de la época, en sus oficinas o a domicilio. Las polémicas en pro de la educación comercial, suscitadas entre las tendencias educativas vigentes, marcaron un desarrollo en materia de contabilidad. El análisis de textos, manuales, y programas permite esclarecer también el perfil académico del docente contable.

Poco se ha establecido sobre el perfil del Contador en el siglo anterior. Es este un intento por dar respuesta a una serie de interrogantes que se nos formulan al respecto. Tenedor de Libros, Contador, Inspector, Revisor y Revisor Fiscal son algunos del cargo que podía desempeñar nuestro profesional antepasado. Sus buenos oficios podría prestarlos como empleado de una importante empresa, en labores independientes en su despacho a domicilio; en todo caso se las ingeniaba para ofrecer sus servicios por los medios que disponía. Se trata, en síntesis, de esclarecer el verdadero origen de nuestra profesión, después de haber examinado las fuentes mismas de nuestra historia.

 La unidad de medida constituye en la actualidad el reto más serio que tiene que afrontar la contabilidad, especialmente en aquellos países con una distorsión permanente. En este interesante artículo, los autores, ponen de manifiesto que el problema de la medición en contabilidad, desnudado por el problema inflacionario, lejos de ser una dificultad práctica revela un problema conceptual de fondo, lo enfrentan, lo descubren y sientan las bases y fundamentos para una construcción teórica sólida que sustente una práctica correcta. 

''Nuestras instituciones educativas han plasmado la esencia de la educación en el inculcar a unos individuos el acervo mental de otros, sin posibilidad de discusión y sin brindar espacios para la confrontación de ideas que lleven a un desarrollo teórico y a una claridad conceptual. El estudiante debe asumir una actitud innovadora hacía la investigación para superar su tapa de objetivos inmediatitas y así forjar una conciencia que lo prepare para el cambio social, es decir brindarle soluciones a la problemática nacional. La Contaduría como Práctica social debe estar dirigida al estudio, análisis y solución de la problemática Colombiana. La Universidad debe formar en el Contador Público un investigador''.

Trascribimos a continuación la importante conferencia que el doctor Isidoro Arévalo Buitrago, dictó en el aula máxima de la Universidad Externado de Colombia con motivo de la celebración de los 100 años de la universidad, mediante la cual hace un ensayo, macro teórico de los conceptos de Equidad, Igualdad, Justicia e Información Contable consagrados en el decreto 2160 de 1986, escudriñando el sentido profundo y futurista que tienen las citadas palabras y extraer de ellas lo que debe ser el Contador del futuro y la responsabilidad y compromiso de la Universidad Colombiana en la formación de ese contador ideal de los próximos años.