La posibilidad que todo niño y niña debe tener paara aaprender a leer y a escribir significativamente se dá a través de la incentivación hacia ese mundo repleto de materiales didácticos que lo invitan realmente a apropiarse de acuerdo a sus gustos, intereses y necesidades de los procesos en primera instancia semántico-comunicativos como lo anuncia el profesor Luis Angel Baena en su texto: "Enseñar a leer y a escribir es mover la imaginación, la estética y los puntos de referencia, desde que el ser humano adquiere su expresividad a través del lenguaje".