La educación superior sufrió cambios en los años 2020 y 2021, los cuales se derivaron de las restricciones y confinamientos por la pandemia del COVID-19; las dinámicas de enseñanza-aprendizaje estuvieron obligadas a implementar el uso de mediaciones virtuales, lo que generó resistencia al cambio en algunos universitarios.El objetivo de este trabajo fue realizar un comparativo de las percepciones de estudiantes universitarios latinoamericanos sobre la educación superior antes y después de la pandemia. Se analizaron 3.000 comentarios de la red social Twitter. Se concluyó que, los comentarios de los estudiantes sobre la educación después de la pandemia son más positivos en comparación con los realizados durante la pandemia; los procesos educativos presenciales favorecen la real adquisición de aprendizajes vinculadas al contacto social a diferencia de la educación virtual.

La pandemia originada por el COVID-19 obligó temporalmente a transformar los modelos educativos presenciales a uno con énfasis en mediaciones virtuales, lo que significó un reto para profesores y estudiantes en la mayoría de países latinoamericanos. El objetivo de nuestro estudio fue efectuar un análisis de sentimientos de universitarios latinoamericanos sobre la percepción de la educación remota en tiempo de pandemia con la finalidad de identificar factores de estrés psicológico asociados. Se analizaron 7.240 comentarios y opiniones de redes sociales (Twitter y Facebook) referidos a impresiones del COVID-19 en la educación superior en Chile, Perú, Argentina, Puerto Rico, Guatemala, Bolivia, Colombia, Panamá, Costa Rica, Ecuador y México. Se empleó el software Rcran 4.2.1 y las librerías tm, Snowballc, Wordcloud, RColorBrewer, Syuzhet, ggplot2. Se identificó que la mayoría de las acotaciones se asocian a sentimientos negativos, esto obedece a las dificultades que se presentaron en la incorporación de la educación virtual, el bajo nivel de competencias en el empleo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y problemas de conectividad. Es necesario brindar apoyo emocional a estudiantes de países en proceso de desarrollo donde la implementación de la virtualidad es deficiente y el impacto psicológico fue significativo.