La envestidura neutral de la cual goza la contabilidad queda en duda cuando se realiza un análisis que permite evidenciar que en cada situación en la que interviene la contabilidad respalda las decisiones que toman ciertos agentes económicos, es decir, la contabilidad ha sido implementada en la economía capitalista con el fin de legitimar el accionar de las empresas y los gobiernos. Así mismo, la contabilidad establece mecanismos de vigilancia y control que ayudan a construir prototipos de personas que buscan siempre la eficiencia; así la contabilidad respalda los mandos gerenciales para que se tomen medidas frente a los individuos que incumplen con los requerimientos presupuestados. Adicionalmente, la contabilidad influye en la estructura ideológica legitimando la explotación del hombre por el hombre que se presenta en el capitalismo, difuminando tal explotación a partir de una serie de cálculos y presentación de informes, respaldando el actuar de los dueños del capital.