La haptoglobina es una glicoproteína del plasma sanguíneo. A parte del papel fisiológico que desempeña en la especie humana por su polimorfismo constituye un marcador genético de identificación, muy utilizado en genética legal, como en los casos de legitimidad de la paternidad, de cambio involuntario de recién nacidos y en investigación para la confirmación de homocigosidad de gemelos, la consanguinidad, etc. Con raras excepciones, en la población general la haptoglobina presenta 3 patrones fenotípicos (figura Nro. 1) que corresponde a los genotipos 1-1, 2-1, y 2-2.

Desde 1927 cuando Muller conoció que las radiaciones ionizantes causan cambios en el material genético, se han realizado numerosas investigaciones en todos los niveles utilizando estas radiaciones. En la actualidad tiene capital importancia no sólo en experimentos de genética básica, sino también porque gran parte de la población está expuesta a este tipo de radiaciones, por razones de radioterapia y principalmente por contaminación, en lugares de experimentación con energía nuclear. 

Una de las características de la especie humana, así como de todos los seres vivos, es la variabilidad fenotípica de los individuos la cual sería la responsable de una capacidad diferencial de la mayoría de los aspectos biológicos como la viabilidad, la fertilidad o la resistencia a las enfermedades (Cavalli-Sforza y Bodmer, 1971; Nei y Roychoudhury, 1972; Nei et al., 1974). Esa variabilidad fenotípica se debe adiferencias génicas individuales intra e interpoblacionales (Barberio et al., 1987; Bonnié-Tamir et al., 1987; Cavalli-Sforza y Bodmer, 1971).